Por Sandra E. Mendoza Ortiz, @smendoza_news
Viviendas, oficinas, áreas comerciales y la iglesia más grande de América Latina, en lugar de una zona de manglar de 57 hectáreas que ha sido hogar de especies protegidas: esa es la oferta que encabeza el Fondo Nacional de Turismo (FONATUR) en el balneario mexicano de Cancún, y que ha hecho levantar voces de organizaciones ecologistas al punto que las obras se han suspendido, al menos por el momento.
La organización civil Salvemos Manglar Tajamar denuncia que en la madrugada del 16 de enero, “en un dispositivo policiaco que hubiera hecho creer que se trataba de la captura de algún narcotraficante a la altura de ‘El Chapo’ hubo un ecocidio en Tajamar, al ingresar miembros de distintos cuerpos policiacos con maquinaria pesada” a realizar lo que las autoridades consideran el “desmonte” de la zona para comenzar con la construcción del complejo turístico.
Sin embargo, “se aventaron sobre todo lo que había, mataron, sepultaron animales vivos. Las imágenes no mienten. Mataron además especies en peligro de extinción, mataron cangrejo azul, iguana, tiraron árboles con nidos de aves protegidas. De las 57 hectáreas, unas 30 quedaron destruidas en apenas dos días”, dijo a Univision Noticias Katia Hahn, miembro del grupo Salvemos Manglar Tajamar.
“Desde la semana anterior –recuerda– había empezado a haber movimiento, había ido una camioneta con unos muchachos que decían que eran biólogos que supuestamente estaban viendo lo de retirar animales. Sin embargo nunca fueron a hacer extracción de fauna, nunca”.
El proyecto de desarrollo inmobiliario Malecón Tajamar en Cancún fue promovido por el FONATUR, que en el año 2005 obtuvo la autorización de la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). Sin embargo, Salvemos Manglar Tajamar, a quien ya respalda la organización internacional Greenpeace, afirma que dicha autorización se logró con información falseada.
“La obra se está amparando con documentos de 2005 que ya se había probado que estaban falseados porque el gobierno de aquel entonces dijo que por la presencia de manglar de más de 65% no se recomendaba la obra. FONATUR entonces se lo pasa por el arco del triunfo”, acusó Hahn.
“Este manglar de miles de años –añade la web de la organización Greenpeace– fue devastado con la ayuda de policías municipales, estatales y de toneladas de maquinaria pese a las irregularidades en las que incurrió el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), quienes falsearon información al punto de negar incluso la existencia del mismo manglar”.
El manglar, como describe Greenpeace, “provee al ser humano de una gran cantidad de beneficios también llamados servicios ecosistémicos (…) y además forma una barrera natural contra las inundaciones, por lo que actúa como un muro contra huracanes. También impide la erosión de las zonas costeras, actúa como un filtro natural manteniendo la calidad del agua y es refugio para una gran cantidad de flora y fauna”.
Ante la movilización de la sociedad, detonada principalmente por las redes sociales y que comenzó en julio de 2015, esta semana el Juzgado Segundo de Distrito de Cancún concedió un amparo “para el efecto de que las cosas se mantengan en el estado que actualmente guardan, esto es, que se suspenda cualquier tipo de acto que implique la ejecución de remoción de cualquier tipo de vegetación así como el relleno con material pétreo en la zona denominada Malecón Tajamar”, tras considerar que las obras arriesgan los “derechos de las personas en lo individual así como de una colectividad”.
La defensa de FONATUR
Sin embargo, Manuel Mercado, el director jurídico FONATUR, declaró en entrevista televisiva que esa dependencia es la principal interesada en que las autoridades verifiquen el cumplimiento de todas las normas durante las labores de desmonte, realizado “por los particulares dueños de los predios que se comercializaron por parte de FONATUR”.
Aseguró además que en “días previos al desmonte, en cumplimiento de uno de los esquemas establecidos, se realizó la reubicación de la fauna del lugar en predios a los que previamente FONATUR había renunciado a la posibilidad de comercializar”, al tiempo que cuestionó el origen de las fotografías que se han difundido en las redes sociales.
“Celebramos la revisión puntual de este tema, todo se ha hecho conforme a derecho y se han cumplido los protocolos ambientales”, añadió Mercado, que aseguró que SEMARNAT y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) ya se pronunciaron afirmando el cumplimiento de las normas en la realización del proyecto.
El funcionario se refirió a un comunicado que difundió SEMARNAT la noche del jueves, en el que se lee:
“La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a través de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental, otorgó en julio de 2005 al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), la autorización en materia de Impacto Ambiental para las obras y actividades en el Proyecto Malecón Cancún Tajamar.
“Dichas obras incluían la remoción de 49.10 hectáreas de vegetación hidrófila (manglar, sabana y graminoides), selva baja caducifolia y secundaria, con el fin de dotar a dicho espacio de servicios de electrificación, agua potable, sistemas de alcantarillado, pavimentación, jardinerías y banquetas, para concretar la construcción de diversos proyectos inmobiliarios para lo que fueron adquiridos por particulares esos predios.
“FONATUR ha cumplido con la presentación de los informes establecidos en los términos y condicionantes de las autorizaciones. Para el caso de cambio de uso de suelo forestal ha presentado 7 informes: 24 de mayo del 2007; 19 de diciembre de 2007; 10 de enero de 2011; 11 de febrero de 2014; 1 de julio de 2014; 24 de febrero de 2015; 19 de agosto de 2015 y 5 diciembre del 2015, que en su momento fueron validados por SEMARNAT”.
Más tarde, FONATUR emitió un comunicado en el que se pronuncia en el mismo sentido, sosteniendo las labores realizadas previo al ingreso al manglar.
Univision Noticias solicitó una entrevista con Manuel Mercado, de FONATUR y se encuentra en espera de respuesta. Mismo caso con SEMARNAT, que por lo pronto adelantó que su postura es la ya mencionada en el boletín.
En tanto, Martín Ortiz, director de comunicación social de la PROFEPA, dijo a Univision Noticias que el tema Tajamar “es de competencia estrictamente de SEMARNAT y FONATUR. Ellos ya emitieron un comunicado”.
Una larga lucha
En respuesta al comunicado, Katia Hahn asegura que “SEMARNAT está haciendo gala de total ignorancia sobre la situación de Tajamar. Los permisos están basados en las autorizaciones hechas en 2005, lo cual también se probó que no es correcto, puesto que un juez dio la suspensión total y definitiva, la misma que se anuló cuando no se pudieron pagar los 20 millones por parte de los niños”.
Hahn hace referencia a una denuncia presentada en agosto de 2015 por 113 niños cancunenses “solicitando la garantía de su derecho a un medio ambiente sano”, tras la cual a los menores “se les solicita una garantía de 20 millones de pesos con los cuales obviamente no cuentan, por lo que el caso pasa a revisión”.
“Los que llegan a esta zona son B&D, inversionistas italianos a los que les habían vendido Playa Delfines. Cuando Cancún se niega a ceder su última playa pública, FONATUR compensa a los inversionistas con esta zona. Estamos hablando de que a los niños les estaban pidiendo 20 millones de pesos (1.084 millones de dólares), es lo que más o menos deben estar calculando que está invertido ahí”, asevera Hahn.
Cabe recordar que en el gobierno de Felipe Calderón –en fecha posterior a 2005– se prohibió la destrucción de manglares en territorio mexicano, por lo que a los inversionistas no les resulta conveniente una revisión posterior que invalide los permisos que obtuvieron en 2005.
Para Salvemos Manglar Tajamar, que sigue en busca de amparos “para frenar este ecocidio”, otro de los puntos preocupantes son los permisos extendidos antes de 2006 a otros lugares a lo largo de la Riviera Maya.
La organización lanza un llamado: “Todos como mexicanos podemos hacer algo independientemente de la parte del mundo en donde estemos. Gracias a las redes sociales logramos una reacción en la sociedad, así que le digo a toda la gente que está afuera de México que por favor alce la voz, que replique la información en sus redes sociales», añade Hahn, que llama a consultar en Facebook la página oficial del movimiento que inició en julio: Salvemos Manglar Tajamar.
Mientras tanto el grupo autodenominado Los Supercívicos ha hecho un llamado a través de la plataforma Change.org para que retiren a Cancún México la sede de la próxima Conferencia de las Partes (COP13) de la Convención sobre la Diversidad Biológica de la ONU.
“Dados los hechos (en el manglar Tajamar el pasado 16 de enero), ni el gobierno del estado de Quintana Roo que encabeza Roberto Borge Angulo, ni el gobierno de México son aptos para ser anfitriones del evento más relevante a nivel internacional para la defensa de la biodiversidad, y la sede debe ser otra.
“Los hechos lo demostraron: no tienen ningún interés en la protección de los derechos humanos, incluyendo a contar con un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado, ni en cumplir con los compromisos internacionales en la materia”, dice la petición dirigida a Braulio Ferreira de Souza, Secretario Ejecutivo de la Convención sobre Diversidad Biológica de la ONU, que ha rebasado a los 51 mil firmantes.
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