La Guardia Revolucionaria de Irán liberó este miércoles a los diez tripulantes de la Marina estadounidense que retuvo este martes en aguas del Golfo Pérsico, según informó la televisión oficial iraní citada por agencias de noticias.

El incidente se resolvió de manera amigable entre ambos países. Apenas una hora antes de su liberación, el comandante de la marina de los Guardianes de la Revolución, almirante Ali Fadavi había declarado a la televisión estatal que la presencia de los marinos en el golfo «no era hostil ni estaba destinada a espiar», agregando que no pasaría «mucho tiempo antes de que recibamos la orden final que, probablemente, será su liberación».

Las dos embarcaciones de la Marina cubrían la ruta entre Kuwait y Bahréin cuando Estados Unidos perdió contacto con ellos. Peter Cook, portavoz del Pentágo, señaló que establecieron contacto con Irán y recibieron «la seguridad de la tripulación y las embarcaciones serán devueltas pronto», informó la agencia The Associated Press.

Asimismo, fuentes detallaron que el incidente se produjo cerca de la Isla Farsi, en el corazón del Golfo Pérsico, luego de que uno de los buques registró algún tipo de desperfecto mecánico y quedaron varadas, agregó AP.
Los marinos fueron entonces recogidos por guardianes de Irán y trasladados la isla de Farsi, ubicada en el centro de la estrecha vía de agua que separa Irán de la península arábiga, donde se produjo el incidente.

Se trata diez tripulantes, una mujer y nueve hombres, de los dos barcos de guerra estadounidenses. Fuentes oficiales habían adelantado que todos están «sanos y salvos» en Irán, donde serían tratados «bien y de acuerdo con las leyes islámicas».

El secretario de Estado, John Kerry, llamó rápidamente a su contraparte iraní, Mohammed Javad Zarif, para intentar resolver la situación. Ambos funcionarios habían trabajado de cerca en los tres años de negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos.

Según la cadena CNN, Javad Zarif le garantizó a Kerry la liberación de los soldados estadounidenses.

Además, las mismas fuentes apuntaron que, durante el incidente, el portaaviones «USS Harry S. Truman» se encontraba muy cerca del lugar de los hechos, al sudeste de la isla, mientras que el portaaviones francés Charles de Gaulle también patrullaba la zona.

La situación se produjo después de que en diciembre Irán realizó una prueba con un cohete cerca de barcos de guerra y embarcaciones de Estados Unidos en el Estrecho de Ormuz.